Todos sabemos que cuando se produce una guerra, ésta tiene numerosas consecuencias: gran número de víctimas mortales (tanto combatientes como civiles), pérdidas materiales, destrucción de infraestructuras y ciudades, pérdidas de territorios, etc.
Pero quizás, nadie se para a pensar que otra de las víctimas de la guerra es el patrimonio cultural; el cual es destruido, dañado o saqueado.
Uno de los ejemplos más actuales, es el caso de Siria; la cual cuenta con numerosos monumentos de patrimonio cultural, que tras la guerra civil estaban o están en peligro de desaparecer.
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Imagen que muestra la destrucción del la Fortaleza de Apamea, del siglo III a.c. |
Otro ejemplo de los últimos años fue Irak; donde en 2004, el museo de Bagdad fue totalmente saqueado, al igual que las excavaciones arqueológicas.
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Imágenes del saqueo del museo de Bagdad |
Sin embargo, no es solo ahora cuando el patrimonio cultural es víctima de la guerra; sino que desde la antigüedad lo ha sido. Un ejemplo es la destrucción de la antigua biblioteca de Alejandría.
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Fotograma de la película Ágora, de la destrucción de la biblioteca. |
Por tanto, la guerra no solo acaba con personas, ciudades, bienes materiales; sino también con parte de la historia de los pueblos combatientes.
Edelweiss
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