sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Patrimonio Cultural? ¿Qué es? ¿Para qué?



Para empezar, quiero contaros lo que se considera patrimonio cultural y para qué sirve.  
Para ello, he traído varias definiciones, de lo que significa patrimonio cultural:

"El conjunto de bienes muebles, inmuebles e inmateriales, que hemos heredados del pasado y que hemos decidido que merece la pena proteger como parte de nuestras señas de identidad social e histórica."

“El conjunto de monumentos y lugares que tiene un valor universal excepcional, desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia".

Esta última es la definición que nos da la UNESCO en la convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, que se celebró en Paris el 21 de diciembre de 1972.

Por tanto, el patrimonio cultural son los bienes que realizaron nuestros antepasados y que nosotros creemos que son importantes dentro de nuestra historia y que por ello configuran nuestra identidad.

Sin embargo, la gran duda es ¿para qué sirve el patrimonio cultural? o ¿por qué es importante conservar todos estos bienes?

En primer lugar, sirve para recordar la historia o parte de la historia de un pueblo. Aunque esto no significa necesariamente que sea algo bueno de su historia. Un buen ejemplo es el campo de concentración de Auschwitz, que es considerado patrimonio cultural y no resalta una parte buena de la historia.



También, conservar el patrimonio también nos ayuda a aprender cosas del pasado y por ello le concedemos al patrimonio cultural el valor educativo, es decir, a través de los testigos que nos han dejado nuestros antepasados podemos conocer o aprender otras formas de vida  diferentes a la actuales.


Igualmente, sirve para dar a la sociedad el valor identitario; ya que estos bienes dicen cómo era una cultura y por ello configuran su identidad como pueblo, que luego transmitirán a las nuevas generaciones. Un ejemplo es México, que al igual que Canarias, encuentran su identidad en su época indígena.

O simplemente, puede servir para contemplar la belleza realizada por autores que vivieron en otro momento de la historia y que a través del arte nos muestran su forma de entender la vida.

Aunque, tenemos que tener en cuenta que a veces, aunque el patrimonio cultural no tenga un fin propio, nosotros sí se lo podemos volver a dar. En otras palabras, una iglesia gótica ya tiene una finalidad establecida, pues es un lugar de culto igual que cuando se construyó. Sin embargo, un viejo anfiteatro romano ha perdido ese funcionalidad y está en nuestras manos volver a dársela a través de jornadas de teatro especiales, por ejemplo.



Por tanto, el patrimonio cultural sirve para una gran diversidad de cosas pero para poder disfrutar de todas ellas es necesario programas de conservación del patrimonio, pues son bienes únicos y excepcionales de la historia que deben transmitirse.

Para finalizar os dejo el enlace, donde podréis leer lo que se trata en la convención de la UNESCO en 1972:


Edelweiss.



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