Los centros de interpretación

Hoy os quiero hablar de los centros de interpretación que tenemos en España; para ello me he basado en el artículo publicado por Carolina Martín Piñol denominado Los centros de interpretación, un fenómeno de cambio de milenio.

Actualmente, los museos convencionales se han convertido en lugares demasiados aburridos o exigente para los visitantes que quieren encontrar un lenguaje más moderno y tecnológico en estos lugares.

Por ello, ha surgido la necesidad de crear un nuevo concepto: los paramuseos; los cuales son una mezcla entre los muesos convencionales y los denominado visitor’s center en EE.UU.

A partir de 1996, este nueva concepción se empieza a expandir; ya que las empresas ven en esta novedosa fórmula más facilidades para realizar y desarrollar enclaves culturales, debido a :

• ·  La falta de planificación y regulación estricta para poder llevarla a cabo, mientras que la creación de un museo es un proceso lento y más complicado, en comparación con las facilidades que tiene un centro de interpretación.

• ·   La falta de requerimiento de un material, emplazamiento o procesos específicos para poder montar un centro de interpretación.

Sin embargo, los centros de interpretación corren el riesgo de no solo ser un fenómeno cultural, donde puedan legar a tener los mismos problemas que tuvo el denominado boom de la construcción.

España cuanta, en la actualidad, con más de trescientos centros de este tipo. Sin embargo, esta expansión no impide que se esté produciendo un fracaso de estos enclaves debido a la mala gestión con la que se están desarrollando.

El motivo principal de este fracaso es que, el origen de estos centros es puramente político con independencia de la cultura o las capacidades de sostenibilidad; donde estos centros son concebidos como una oportunidad de obtener beneficios y éxito político, de ahí su proliferación.

Sin embargo, no se realiza ningún tipo de planificación previa a la inauguración; donde se aclare temas de gran importancia como quién atenderá a los visitantes o quién se encargará de los salarios.

Por tanto, desde el día de la apertura estos centros ya se encuentran condenados al fracaso; donde al poco tiempo ya se encuentran cerrados temporalmente hasta obtener más financiación para reabrirlos.

Además, se encuentra  el problema del entorno; el cual no está capacitado para dar una calidad o incentivo cultural a los visitantes durante el período de sus estancia; provocando que los únicos que puedan visitar el centro durante el breve período que está abierto sean los escolares; los cuales no dan beneficio económico al exigir la gratuidad.

Imagen del centro de interpretación arqueológico de Guayadeque (Gran Canaria)

Finalmente, os dejo con el enlace del artículo; donde podéis obtener más información sobre el tema:

http://www.interpretaciondelpatrimonio.com/boletin/index.php/boletin/article/view/271

Edelweiss.

¿El patrimonio cultural es un lastre o un motor para la economía en un contexto de crisis?

Ante la indudable crisis económica que estamos experimentando, el otro día en la clase de patrimonio cultural nos hicimos la pregunta de si en estos duros momentos que estamos viviendo, el patrimonio es un lastre o un motor para la economía.

Para ello, recurrimos a una aportación que ofreció Xavier Greffe, un profesor de economía de la universidad de París, en 2011, a la revista del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico; donde éste aborda dicha problemática sobre el patrimonio.

Imagen de Xavier Greffe

En un primer lugar, el autor destaca que con independencia de que se trate de países, ciudades o pequeñas comunidades, los habitantes de estos lugares consideran que la existencia de emplazamientos culturales traen consigo la creación de empleo y la llegada de ingresos que depositan los turistas.

Además, según los estudios realizados por el Ministerio francés de Cultura existen cuatro tipos de empleos relacionados con el patrimonio: los relacionados con los monumentos y museos, los relacionados con la conservación y rehabilitación del patrimonio, los destinados a la acogida de visitantes y turistas, y por último los que se encargan de movilizar el patrimonio.

Por tanto, cuando Xavier habla de los impactos que tiene los lugares patrimoniales, dice que a pesar de la mala situación coyuntural de la economía, no hay nada que indique que la apuesta patrimonial no sea conveniente.

Aunque a pesar de esto, el autor apuesta por una unión entre el patrimonio y la creatividad; donde no solo se apueste por el turismo cultural. Además de incentivar la economía del conocimiento, que aumente el interés por las tradiciones artísticas.

Por otro lado, el autor nos habla de los diferentes beneficios que puede aportar el patrimonio, como el mayor aprendizaje educativo, una mayor cohesión social o la creación de una capital social.

Con respecto al desarrollo medioambiental, defiende que el patrimonio ayuda a que exista un mejor equilibrio medioambiental; donde la no conservación de lugares antiguos sí pueden tener efectos negativos.

A continuación, nos encontramos con una división de los diferentes distritos patrimoniales que nos podemos encontrar:

• ·      Los dedicados a un patrimonio importante que posea un lugar, un monumento o un barrio.
• ·      Los distritos que se encargan de la valorización del patrimonio.
• ·      Los que se encargan de transformar los solares industriales en solares culturales.
• ·      Los denominados distritos de cultura material, relacionados por ejemplo con los sectores artesanales.

Finalmente, el autor nos habla de los medios, por los cuales podemos dar a conocer el patrimonio, destacando la educación, una mejor formación en los oficios artesanales, en los equipos arquitectónicos y urbanistas. Además de una mayor formación y concienciación de los líderes políticos hacia el patrimonio.

Por tanto, este autor quiere resaltar la necesidad de realizar una conexión entre patrimonio y desarrollo; donde la creatividad jugará un papel fundamental.

Edelweiss.

El azúcar también es patrimonio

Tras la conquista de Canarias se empieza a instaurar un régimen colonial en las islas. Muestra de ello es la economía; la cual ahora pasa a desarrollarse gracias a  una serie de productos coloniales, uno de ellos fue el azúcar.

El azúcar se trataba de un producto muy valioso y demandado, debido a que era un alimento que proporcionaba mucha energía y  que permitía conservar por mayor tiempo otros alimentos, como la fruta. Además gustaba por que tenía propiedades afrodisíacas.

El azúcar tiene su origen en Nueva Guinea; aunque será en la India; donde se empieza a cultivar. Sin embargo, con el paso del tiempo, destacamos que se traslada a Egipto y al mediterráneo, hasta que finalmente llega al atlántico, más concretamente a Madeira, la primera isla del azúcar.

La historia del azúcar en Canarias comienza, cuando Pedro de Vera tras terminar la conquista de Gran Canaria, trae el azúcar de Madeira para iniciar su cultivo en el archipiélago. Sin embargo, para iniciar el cultivo fue necesario también el traslado de elementos específicos, de especialistas portugueses y de esclavos.

Los ingenios azucareros de Canarias

La creación de estos ingenios tiene un coste elevado; debido a que se trata de un gran proceso que durante los dos primeros años no produce nada. Por tanto, la creación de éstos se lleva a cabo gracias a la financiación genovesa.

La estructura de estos ingenios constaba de la casa de prensas, la casa de calderas y la casa de refinar. Además de la hacienda; donde vive el hacendado. En la casa de prensas se muele y se prensa la caña de azúcar para poder obtener todo el jugo.

Luego en la casa de calderas, se calienta el jugo obtenido, hasta que esté totalmente líquido y se pueda trasladar a las formas; donde gracias a la cina se obtiene en la parte superior una miel. Finalmente en la casa de refinar, se saca la miel y se refina hasta obtener el azúcar.

Como podéis observar se trata de un proceso largo y de gran dificultad; por tanto para producir el azúcar se utilizaba mano de obra esclava. Con lo cual cuando estudiamos parte de la economía canaria también podemos estudiar los procesos de esclavitud en el archipielago.

Por otro lado, destacamos que la producción obtenida se va a exportar a la costa andaluza y al levante. Aunque será Cádiz el gran centro distribuidor que lleve el azúcar al mediterráneo. Sin embargo a partir de 1508, se exporta también a Brujas y Amberes; donde Flandes será el otro gran centro distribuidor para el norte y centro de Europa.

Aunque finalmente destacamos, que 1570 este ciclo económico entra en decadencia debido a la escasez de agua y leña, y sobretodo debido a que la calidad del azúcar desciende ante la necesidad de bajar el precio por la competencia africana y brasileña. Por tanto ahora el principal producto colonial será el vino que sustituye al azúcar. Aunque esto no significa que se deje de producir azúcar en el archipelago.

 

Los lugares azucareros

El azúcar se cultiva en lugares cálidos y cercanos a la costa, esto último debido a la mayor facilidad para llevar el azúcar del ingenio al puerto. Un buen ejemplo de esto es el ingenio azucarero de los Picachos en Telde; el cual fue creado en el siglo XVI y perteneció a Cristóbal García del Castillo, o la azucarera de San Juan también en Telde; la cual data del siglo XIX.

Para finalizar, os dejo con fotos de antiguos ingenios y con la localización de algunos en la actualidad.

    







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