Ante la
indudable crisis económica que estamos experimentando, el otro día en la clase
de patrimonio cultural nos hicimos la pregunta de si en estos duros momentos
que estamos viviendo, el patrimonio es un lastre o un motor para la economía.
Para
ello, recurrimos a una aportación que ofreció Xavier Greffe, un profesor de
economía de la universidad de París, en 2011, a la revista del Instituto Andaluz
del Patrimonio Histórico; donde éste aborda dicha problemática sobre el patrimonio.
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Imagen de Xavier Greffe |
En un
primer lugar, el autor destaca que con independencia de que se trate de países,
ciudades o pequeñas comunidades, los habitantes de estos lugares consideran que
la existencia de emplazamientos culturales traen consigo la creación de empleo
y la llegada de ingresos que depositan los turistas.
Además,
según los estudios realizados por el Ministerio francés de Cultura existen
cuatro tipos de empleos relacionados con el patrimonio: los relacionados con
los monumentos y museos, los relacionados con la conservación y rehabilitación
del patrimonio, los destinados a la acogida de visitantes y turistas, y por
último los que se encargan de movilizar el patrimonio.
Por
tanto, cuando Xavier habla de los impactos que tiene los lugares patrimoniales,
dice que a pesar de la mala situación coyuntural de la economía, no hay nada
que indique que la apuesta patrimonial no sea conveniente.
Aunque
a pesar de esto, el autor apuesta por una unión entre el patrimonio y la
creatividad; donde no solo se apueste por el turismo cultural. Además de
incentivar la economía del conocimiento, que aumente el interés por las
tradiciones artísticas.
Por
otro lado, el autor nos habla de los diferentes beneficios que puede aportar el
patrimonio, como el mayor aprendizaje educativo, una mayor cohesión social o la
creación de una capital social.
Con
respecto al desarrollo medioambiental, defiende que el patrimonio ayuda a que
exista un mejor equilibrio medioambiental; donde la no conservación de lugares
antiguos sí pueden tener efectos negativos.
A
continuación, nos encontramos con una división de los diferentes distritos
patrimoniales que nos podemos encontrar:
- · Los dedicados a un patrimonio importante que posea un lugar, un monumento o un barrio.
- · Los distritos que se encargan de la valorización del patrimonio.
- · Los que se encargan de transformar los solares industriales en solares culturales.
- · Los denominados distritos de cultura material, relacionados por ejemplo con los sectores artesanales.
Finalmente,
el autor nos habla de los medios, por los cuales podemos dar a conocer el
patrimonio, destacando la educación, una mejor formación en los oficios
artesanales, en los equipos arquitectónicos y urbanistas. Además de una mayor
formación y concienciación de los líderes políticos hacia el patrimonio.
Por
tanto, este autor quiere resaltar la necesidad de realizar una conexión entre
patrimonio y desarrollo; donde la creatividad jugará un papel fundamental.
Edelweiss.
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